El debate de la Eurocámara fue un debate sobre el ascenso del neofascismo en Europa, a principios de hace un año, electoral clave para el futuro de la UE, en el que las principales fuerzas proeuropeas tuvieron un fuerte desarrollo de los populistas y euroescépticos. ultraderecha en todo el continente. Cómics europeos para junio. Una situación que volverá en perfecto tormento si, al otro lado del Atlántico, el republicano Donald Trump, ostentoso vendedor de la primera prueba electoral norteamericana del año, camarilla de Iowa, quiere instalarse en la Casa Blanca para las elecciones de noviembre.
Ante este escenario, además del debate en el Pleno, las principales fuerzas europeístas ya se han servido para mover la figura y exigir que todas las formaciones de la cámara, en particular un Partido Popular Europeo (PPE) acusado de haber hecho El último año constante de guiños a las fuerzas más ultra, definen sus posiciones y líneas rojas.
Aunque el debate está previsto para la última hora de la tarde, la plena tensión quedó patente desde la primera hora, en una cámara que se oscureció con la noticia de la arrogante victoria de Trump en Iowa.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, afirmó al inicio de la sesión plenaria en Estrasburgo: “2024 será un año crucial. Mucho ha estado en juego en Europa, es un año en el que nuestras democracias y libertades estarán puestas a prueba, no sólo con elecciones en esta cámara, sino también en el Congreso y en la presidencia estadounidense. Sí, 2024 volveremos a la ‘Primera América’ [lema de Trump], esto significará, más que nunca, una ‘una sola Europa’”. De Croo recibió un llamamiento al Parlamento Europeo para que presente la presidencia rotatoria belga del Consejo de la UE en este semestre clave para el futuro de Europa.
Un debate que no es casual
Que Estrasburgo haya organizado un debate sobre la “lucha contra el resurgimiento del neofascismo en Europa” no es casual. El motivo formal es la escalada que provocó la semana pasada en una Bruselas que recitaba arracaba motoris durante las vacaciones de Navidad, las imágenes procedentes de Italia de la concentración de un millar de personas ejecutando el saludo fascista, en conmemoración del 47º aniversario de la burro de tres militantes del posfascista Movimiento Social Italiano (MSI). De este grupo procede el partido Hermanos de Italia, de la presidenta italiana, Giorgia Meloni, una de las formaciones que se esperaba que salieran reforzadas de las historietas europeas de junio y que no condenó la manifestación.
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Muchos eurodiputados se encontraron esta mañana con una sorpresa —degradable— en sus palcos, donde aparecían panfletos con la imagen del presidente Pedro Sánchez con el fanático de Hitler bajo la palabra “dictador”, acción atribuida a la organización Hazte Oír. Fuentes socialistas, que denunció el caso ante la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, indican que este grupo tuvo está recurriendo a la ayuda de alguien del interior del hemiciclo europeo.
El liberal De Croo advirtió en un susurro, horas antes de que los eurodiputados entraran en el debate: “Nuestro proyecto europeo nació de una devastación y de las horas más oscuras de nuestra historia europea, marcadas por la Shoah (…) Nuestras sociedades se comprometen a limpiar En las horas más oscuras, cuando los derechos de las mujeres están bajo poca presión, cuando se informa sobre los derechos de las minorías y de la comunidad LGTBQ, vemos el regreso de los símbolos fascistas a nuestras calles y un aumento de la violencia antisemita”.
La ultraderecha, con menos miedo
La ultraderecha en toda Europa tiene cada vez menos oportunidades de mostrarse y, según las previsiones, podría adquirir un peso no utilizado en la Eurocámara en junio. Los grupos políticos más por detrás del Parlamento Europeo, ECR (que incluye al PiS polaco, los Hermanos de Italia de Meloni o Vox) e ID (que acoge al Reagrupamiento Nacional, de Marine Le Pen o la alemana AfD) ganan fuerza en los últimos meses de 2023, tendencia que se confirma al inicio de este año electoral: en las proyecciones mediáticas negras realizadas por el medio digital Euractiv, el ultra ID se consolida como el tercer partido más votado y la ECR se instala en la cuarta posición, alejándose de los liberales de Renew, alias tradicionales del PPE y el S&D, en un alejado quinto lugar. Una proyección que confirma la tendencia registrada por Europa Electa en noviembre y diciembre, cuando las dos grandes fuerzas de la derecha del hemiciclo europeo ya mostraban un fuerte ascenso en todo el ID.
Ante esta perspectiva, las formaciones políticas europeas están haciendo esfuerzos y los grandes partidos europeos tradicionales, en particular los liberales y los socialdemócratas del S&D, pueden intentar saber con quién pueden contar y con quién no para una futura alianza que garantice que no habrá se dinamiza el proyecto europeo desde dentro. Durante los últimos días, sus dirigentes han establecido al jefe de las filas parlamentarias conservadoras y a partir de ahora, el alemán Manfred Weber, muestra abiertamente sus cartas.
Precisamente en Bruselas, como en Roma, la presidenta del S&D, Iratxe García, acusó a Weber de «abrir la puerta» a la extrema derecha y «normalizar» estas formaciones en varios gobiernos europeos, porque le convierte en «cómplice y responsable de los resultados». . de esas políticas”, advirtió. El día después, el jefe de Renew, Stéphane Séjourné, anunció por su parte a Weber en contra de tejer alianzas con partidos “infrecuentables hasta hace poco”, en referencia a la posibilidad de que los populares europeos busquen la ECR o, directamente, intenten integrarse en sus filas a algunas formaciones, especialmente de Meloni.
Cuestionado directamente sobre sus aviones, Weber reiteró en Estrasburgo que las «líneas rojas» de su formación para hablar con otro partido son que éste sea «proeuropeo, proEstado de derecho y proucraniano». Sustituye así al líder de los conservadores europeos, «excluyendo fundamentalmente a todos los nacionalistas», aunque queremos tener una lista concreta de partidos «frecuentes e infrecuentes», como afirma Renew.
Las evasivas de Weber a la hora de mostrar sus cartas siguen generando mucha ansiedad entre el resto de fuerzas proeuropeas. Con todo, porque las previsiones, recordadas por Euractiv en su último análisis, indican la posibilidad de que también se forme un bloque de derechas compuesto por ID, ECR, PPE, el partido de Viktor Orbán, Fidesz y la Reconquista Nacional, incluidos los ultras franceses. Zemmour. Weber también se muestra muy crítico con Orbán e insiste en que su aportación unirá a todas las formaciones que chocan con la proclamación europea del ADN de su grupo, con la anterior ley de restauración de la naturaleza, que casi hace trizas el verano y fue aprobada en la Eurocámara por el voto en contra. El PPE, en sintonía con los más fuertes negacionistas del clima y los ultras del hemiciclo, sigue muy presente y suscita muchas dudas sin resultados en las mismas formaciones.
Stéphane Séjourné, justo antes de regresar a París para convertirse en el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores de Emmanuel Macron, en una reestructuración del Gobierno francés con un fuerte giro hacia la derecha para contratar a la vanguardia nacional -y posiblemente europea- del RN de Le Pen, anuncio de la dificultad que Hará avanzar el proyecto europeo si la extrema derecha tiene suficiente fuerza: “El riesgo de ingobernabilidad es bastante fuerte si las formaciones populistas registran una minoría de bloqueo en el Parlamento Europeo”.
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